miércoles, 10 de agosto de 2011

tengo callos
de callarme la boca
quietita
como en misa.
me acuerdo de un cura
que le gritaba a los fieles,
porque no los veía
creer.
yo no entendía,
era niña,
tenía ideas vagas
vagaba por la iglesia,
mientras mis padres asentían.
jugaba con las palomas,
inventaba choques de extraterrestres
contra la catedral,
que bajaban
de la nave, a preguntar
cómo llegar a Marte.
hasta que todos salían,
haciendo ruido,
porque el cura los había echado
y está muy mal hablarle así
a los clientes. indignados
se quejan y se empujan,
alejándose.

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